5.12.11




Montar el pesebre es uno de mis rituales favoritos de los días pre-navideños. De siempre. Es genética pura.

Desde que compartimos navidades con dos perlas del oriente a nuestro alrededor, hemos empezado un belén alternativo al "de mayores". Los niños participan de todos los preparativos del pesebre de terracota, y aparte, pueden jugar a sus anchas con el que hemos bautizado como "pessebre de nens". Así es como han aprendido a tratar con mucho cuidado todas las delicadas figuras, mientras fantasean, manipulan y cambian de ubicación tantas veces como quieren su belén.

...la verdad es que en su belén pasan cosas mucho más interesantes que en el de mayores: se acercan pitufos y gormitis al portal, las polly pocket se bañan en el mismo río donde la lavandera se apresura a terminar su tarea, hay un rey que se esconde, un camello hace buenas migas con una cabra, o aparecen dinosaurios detrás de las palmeras.

9 comentarios :

muxugorri dijo...

¡Es que el mundo de los niños siempre es mucho más divertido que el de los mayores!

Mariona dijo...

M'ha encantat el que hi dius!! M'hi sento identificada! Per mi també és un dels rituals més estimats i segur que quan la petita Emma creixi algun ninotet (ara seria el Pocoyo) s'hi colarà ;)

Charramanguina dijo...

no hay nada como el mundo de los niños,de que manera tan divertida y natural ven todo lo que se encuentra a su alrededor...en el mío aparece una invasión de pokémones y me da un pánico cuando oigo voces en plena batalla campal sobre las evoluciones,cualquier día a saber en que se transforman las figuritas de toda la vida.
besitos
que pases buena semana!!

Unknown dijo...

Cuanto saben tus perlas de oriente y cuanto tenemos que aprender de ellas!!!!!

ZEPETIT dijo...

Los niños son la bomba!

Zepequeña.

estefania dijo...

Me encanta que la gente lo monte y veamos su decoración, pero tengo que ser sincera me da mucha pereza montarlo y recogerlo luego...jeje besos

Unknown dijo...

lo de los dinosaurios me suena...
^_^

La casa del juguete dijo...

Tenemos la enorme suerte de compartir nuestra vida con estos pequeñajos.
Para nosotros también es un ritual decorar el árbol, poner el Belén escuchando villancicos y ¡bailando!.

Besos.

Azulitoclaro dijo...

;)