2 de Septiembre, 2015
Cuando conocí a Andrés solía ir a menudo a Santiago de Compostela por trabajo, y varias veces le había escuchado decir si no lloviese tanto, me vendría a vivir aquí. Si no lloviese tanto, Santiago no sería Santiago... con su aspecto entre lúgubre y romántico, como un galán antiguo, con su porte de poeta casual. Un equilibrio bello entre lo anclado en el pasado y lo actual. Con esa luz y esa pátina que solo te la pueden dar horas y horas de lluvia fina. Que placer reencontrate, Santiago, y perderme de nuevo en tus callejuelas, plazoletas y pórticos.
5 comentarios :
Santiago és taaaan bonic! :-) A mi em té superenamorada! Els finestrals, la pedra, la llum... Ai! Hi tornava ara mateix!
M'encanta Santiago! Tinc ganes de tornar-hi i descobrir més raconets!
Si estás en Santiago una buena idea es ir a comer / cenar al Resas
Los que vivimos cerca de Santiago a veces no la valoramos lo suficiente. Y mira que es especial...
Galicia és tan bonica, amb la seva pluja...
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