Hola, te estábamos esperando. Llevamos semanas pensando en ti. Comeremos todas las frutas jugosas que nos traes y sacaremos del cajón la receta del gazpacho de mi abuela. Haremos siestas infinitas. Jugaremos a cartas y tomaremos vino en la terraza. Ahora que estás aquí, tendremos tiempo para pintar la bicicleta. Y, cuando el calor baja y corre la brisa, sentados en la tumbona, leeremos. Buscaremos en el bosque todo lo que nos has ido dejando para estos días, y haremos ramilletes.  Escribiremos y haremos fotos, y quizás podamos crear un álbum para recordarte en los meses fríos. Que bien que ya hayas llegado, teníamos muchas ganas de ti.