Merry Christmas Baby

Creo que, en otras ocasiones, ya os había contado que en casa no comprábamos abeto, sino que cogíamos una rama del bosque y la adornábamos como árbol de navidad. Pero este año no sé que me ha pasado que de repente me apetecía que el salón oliese a abeto y tierra húmeda, y sobretodo me apetecía acercarme con los niños a nuestra floristería y que eligiesen el que iba a ser nuestro árbol. Los niños estaban muertos de la emoción. Nunca antes hemos tenido un árbol de navidad al estilo tradicional! Es cierto que ésto de comprar un "árbol-lechuga" puede tener sus peros, pero me los sacudí al darme cuenta de que le podíamos dar un final lleno de sentido a nuestro abeto, pues mi abuelo tiene una estufa de leña, así que, cuando pasen las navidades vamos a pasar una tarde agradable visitándoles y comiendo galletas junto al calor del fuego.

El sábado nos pasamos media tarde abriendo nueces y fabricando los adornos que iban a poner guapo a nuestro árbol. Y ahora tenemos un montón de nueces peladas para hacer un bizcocho, un ejército de bebés durmiendo en cáscaras, y una docena de nueces vacías colgando de un hilo. Hemos completado la decoración haciendo lazos de cinta y guirnaldas de naranja como éstas.

Mientras ibamos colgando todos los adornos, le explicaba a los niños el porqué del árbol de Navidad, llena de emoción ya que están en una edad en la que todo les provoca mucho interés, y claro, para una madre que disfruta explicando batallitas y ñoñeces, ésto es la pera!

No sé si será el árbol más bonito del pueblo, como dice Rita, pero si uno de los más aplaudidos cada noche cuando se encienden sus luces :)