17.10.12




Ahora que, poco a poco, voy preparando la terraza para el frío, os quiero hablar de una vid que adoptamos hará unos meses. 

Os acordáis de este post? En este post yo hablaba de lo que estaba plantando y de mis deseos de tener una parra. Este post hizo que Anabel se pusiese en contacto conmigo. Ella intuyó, por todo lo que hablo en el blog (hay que ver que se me escapa todo!), que yo vivía en su mismo pueblo. Ella y su familia estaban a punto de cerrar una etapa para iniciar una nueva aventura en su vida y se mudaban, lejos, muy lejos. Anabel ya había regalado todas sus plantas, pero le quedaba un pequeño tempranillo por dar. Casualidades de la vida! 

Lo fuí a recoger un mediodía, a muy poquitos días de su marcha. Conocí a sus monstruas y, después de que ella me explicara las necesidades de su tempranillo, le prometí cuidarlo y mandarle alguna foto. Os juro que cuando salí de allí, muy tocada por la magia de los encuentros on-line, aquella vid era solo un tronquito pelado y seco... supongo que ella me vió la cara, porqué me aseguró que estaba vivo, que tardaría unos años en ponerse esplendoroso, pero que latía y que le daba mucha pena desahacerse de él. 

En casa lo trasplanté y esperé... y de aquél tronquito empezaron a salir finas ramas que desplegaban enormes hojas verdes. Es precioso! Ahora ya mide más de un metro, y sus hojas empiezan a teñirse de tonos rojizos.

Me encanta tener una pequeña parra que no llegó a mi casa porqué sí, y siempre me recordará a esa Anabel que yo conocí con sus aventuras de antes de partir ♥

3 comentarios :

Elena dijo...

Qué bonita historia

menduca dijo...

:')
Gracias.

Ojalá hubiera sabido de nuestra vecindad antes.

Pues en unos años, cuando lleve a mis mostras catalanitas a conocer su tierra, prometo pasarme a comer unas uvitas por tu casa.

Y mi mochila es un exitazo por estas latitudes... además ME ENCANTA. Gracias por eso también.

Eli dijo...

Potser aquest és l'origen d'un vi ull de llebre Caterina Pérez ;) Segur que tindria una magnífica etiqueta