1.9.12




Pronto hará un año de la escapada por tierras anglosajonas en la que, mientras estábamos montadas en un tren camino a Bath, Inge contó algo que se me quedó grabado. Nos hablaba de un blog, no recuerdo exactamente cual, de una de esas madres americanas que viven en una magnífica casa y que tienen un montón de hijos guapos a los que dedicarse... la cuestión es que esta mamá decidió, en un momento dado, no comprar más galletas en el súper y hacerlas ella. Los motivos eran principalemente económicos, con tantas bocas que devoraban galletas, pensó que si las hacía en casa se ahorraría dinero, aparte de que daría algo más sano a sus chicos. Creo que la historia se me quedó incrustada en el cerebro  (en una carpeta que es parecida a un pinterest cerebral). Invertir gran parte del tiempo haciendo el pan, los yogures, la pasta, conservas de tomate, mermeladas, los bizcochos para la merienda y unas estupendas galletas para desayunar junto a un zumo recién exprimido... A menudo juego a que soy capaz de ello, pero admito que me acabo frustrando porqué mi día no da para tanto... tampoco estoy segura de que si hiciesemos nosotros todas estas cosas nos ahorraríamos demasiado dinero, aunque sí veo alguna clara ventaja: conocer exactamente el contenido de los alimentos elaborados, disfrutar en el proceso de mezclar los ingredientes... y también me reconforta el olor que se impregna en la casa después de haber tenido el horno en marcha.

La cuestión es que septiembre es un mes de propósitos, y yo me he propuesto esmerarme más en los desayunos y conseguir que siempre haya bizcocho o galletas caseras, o un buen pan para untarle queso cremoso... me da que el truco está en la organización ;)

7 comentarios :

Yolandula dijo...

Tú puedes hacer esto y mucho más,pero lo importante no es conseguirlo,es intentarlo.
Si encima lo logras,uauuuuu!!!!
Deseando comer una de tus galletas y ver tus nuevos bolsos,con mucha pena de dejar el de verano en el armario,ha sido un compañero de viaje excepcional.
Un abrazo!

lili dijo...

ayer pensaba lo mismo mientras horneábamos unas galletas, con lo buenas que quedan y solo pienso en hacerlas en las tardes de lluvia..

irene dijo...

Per fi arriba la tardor i ja no fa mandra ni calor encendre el forn... >nosaltres a l'hivern, els diumenges, sovint fem una coca de iogurt amb poma, i la guardem en porcions a la nevera per portar-la per esmorçar... no són més de 15 minuts... si vols la recepta:

http://mamanotieneblog.blogspot.com.es/2011/09/magdalenes.html

Afegeix dues pomes tallades a daus a la masa, i decora amb lámines de poma.
Una abraçada
Irene

verónica*moar cerámica dijo...

Me parece un GRAN propósito y lo veo alcanzable si lo vas haciendo con calma. En casa ya no compramos ni yogures, ni miel, ni mermelada, ni salsa de tomate... nos ha llevado algo de tiempo pero, de manera progresiva, comer sano es posible ;)

Un bico guapa*

LA PEIXERA DE LA NENA dijo...

Genial el teu post, les galetes tenen una pinta....i els proposits.....ho aconseguiras!!!
De mica en mica veuras com tot va cambiant.
La casa fa olor de pà ,els nens preparen els iogurts a la iogurtera i a la cistella ecològica hi han dos broquils!! :)
A casa ho intento però a vegades el dia a dia s'em menja el temps i em sab greu però al cap dels dies hi torno.
Una abraçada!!

MorenetaOnLine dijo...

La meva filla ha vingut a fer un tat i quan ha vist les teves galetes, de seguida m'ha dit què deuen estar molt bones,mmmmmm!!! Crec que la propera vegada les haurem de provar de fer amb xoco...

Begoña (Tea on the Moon) dijo...

El dia a dia dona pel que dona, però hi ha coses que es poden afegir facilment a les rutines diaries. Des de fa un any ens fem el iogurts i el pa a casa i la veritat es que no porta gaire feina. Els iogurts practicament els fa el Martí solet. tambè vaig intententar fer un pa de pessic per als berenars, encara que no ho vaig poguer fer totes les setmanes. Però no passa res, arribem a on poguem i disfrutem del camí ;-) Les galetes tenen una pinta bonisima! Ah! i m'ha encantat això del teu pinterest cerebral, jajajaja molt bo!