30.10.11



Hay pequeños detalles que tienen que ver con el clima, con la vida, con los ciclos, que me paran, me tocan, me conectan.

Días atrás, mi chico se dio cuenta de que en nuestra terraza teníamos un visitante. Una enorme mantis estaba agarrada a unos canastos de hierro (que tengo a la espera de encontrarles alguna utlilidad). Los niños pudieron contemplar una imponente mantis, toda ella vestida con un total look verde, tranquila e inquietantemente estirada.

Durante cuatro días, cada vez que salía a tender o a regar, la mantis estaba allí, atenta, elegante, con sus movimientos lentos y definidos, con sus enormes ojos verdes. Apenas cambiaba de posición. Entonces me di cuenta: "Se está muriendo."


No sé en vuestra zona, pero aquí hemos tenido una entrada al otoño calurosa, parecía que el frío no iba a llegar. Y de repente, después de cuatro días enteros sin moverse de su mirador (día, noche, sol y sombra), la mantis apareció tumbada en el suelo. Abría y cerraba su cuerpo lentamente... no sé si los insectos respiran exactamente... no me suena que tengan pulmones... pero parecía que estaba dando sus últimas bocanadas.

Luego llegó el frío. Los días calurosos han terminado definitivamente y el otoño se ha instalado. Y la lluvia ha arrastrado el enorme cuerpo alargado de la mantis que decidió terminar su ciclo en nuestra terraza.

6 comentarios :

ZEPETIT dijo...

Vaya!

Zepequeña.

Mi vida con un vegano. dijo...

Que penita... :(

Caterina Pérez dijo...

...no! no me dió especial pena... me dió en qué pensar! me conectó :)

Anónimo dijo...

Yo con estas vainas como que no puedo. Y sé que debo entender el ciclo de la vida, pero me da tristeza, infinita. Y sí, claro que nos pone a pensar... pero seguramente yo habría pensado que debía hacer para ayudar a la mantis (¿entrarla a casa?). Definitivamente tengo que conectar de verdad.
:(

Cris dijo...

Contado así da pena...pero es el ciclo de todo y esta bien entenderlo

http://blog.sacelen.com
www.conideasyaloloco.com

hechoamano.eva dijo...

Preciosa historia pero sin final feliz.
Saludos!
Eva