29.4.11

Tengo un amigo que me acostumbraba a decir que me "relaciono bien con la soledad". Ésto era antes, no es que ahora no tenga algún momento de "soledad", pero es que cuando ésto ocurre ni me entero, vaig per feina, organizando y resolviendo!

El día de mi cumpleaños por la mañana, decidí regalarme un rato de "soledad". Me fui de paseo. Desayuné con calma en una cafetería, me fui a un museo, me compré unos zapatos... y me topé con esta exposición! Al día siguiente tuve que trabajar el doble, pero hay que aprovechar alguno de los pequeños privilegios de trabajar para uno mismo :)






Se trata de una colección de vestidos pertenecientes a María Brillas, una mujer de la alta sociedad catalana, donados al museu Tèxtil i de l'Indumentària de Barcelona por su nieta, Hilda Bencomo Ensesa. María Brillas tenía una relación muy estrecha con el diseñador Pedro Rodríguez, así que todos los vestidos expuestos llevan su firma.

La exposición está montada como si entrases en un vestidor, y colándote por las puertas entreabiertas de un enorme armario, inicias el recorrido entre maniquíes e interesante información. Cuando sales de hacer el recorrido, te encuentras con un enorme espejo, en el que hay impreso un escrito que anoté en mi libreta, ya que, además de hermoso, me pareció que rebatía a todos aquellos que consideran el entretenerse un poco en el hecho de vestirse una frivolidad. Cierto, cuando hablo de "entretenerse" me refiero a ese diálogo entre tu espejo, el día que tienes y la montaña de prendas sacadas del aramrio que se van acumulando encima de la cama...



Reflexión y negociación

Como cualquier otro guardarropía distinguido, el de María Brillas, tenía un gran espejo que sin duda debía ayudarla a decidir su elección. Cuando nos tenemos que afrontar a la decisión de vestirnos buscamos el equilibrio entre aquello que nos favorece; aquello que se ajusta a la ocasión social y aquello que nos gusta. Se trata del momento en que, ante nuestro guardarropía, negociamos con conceptos como el propio cuerpo, respetabilidad, estilo, estatus o autopercepción. Aún así, la deliberación se resuelve a menudo ante el espejo, que nos ayuda a comprobar el resultado de nuestra elección y al mismo tiempo nos permite imaginar como nos verán los otros.




La exposición está hasta finales de agosto, es sencilla y muy bonita. Y está súper bien estructurada. Si pasáis por la ciudad condal, merece la pena guardar un huequecito para hacerle una visita.

Buen fin de semana!

8 comentarios :

grossomodo dijo...

Queridos Reyes Magos: para esta navidad quiero un espejo GRANDE(y no vale el de ikea de 5.99€)
with love,
MERCHE

Atelier e-Couture dijo...

Tu bolsa en el espejo ;) Yo tambien quiero un espejo grande! Bonito plan, yo camino de vez en cuando y me relaja :)
Un beso,
Victoria.

diplodoc dijo...

Me alegro de que hayas disfrutado del día de tu cumple, hay veces que estar en soledad va muy bien y ya ves, hay veces que hasta se encuentran exposiciones interesantes ;-)

ameskeria dijo...

Que buen plan! Gracias por la recomendación :)

Nacha dijo...

ostras!! pues tendre que pasarme!! me ha gustado mucho lo que nos has enseñado!!!!
muchos besos!!! y feliz finde!!

Azulitoclaro dijo...

Primero: feliz cumpleaños. Y segundo: qué preciosidad de vestidos. Era un buen diseñador el hombre, por lo visto. Ah, y sí, un plan fabuloso el de celebrar así "a solas" contigo.
Un abrazo,
A.

Unknown dijo...

Primero feliz cumpleaños, atrasados...
A veces una escapada consigo misma siempre viene bien.
Y yo si pongo espejo grande, se me escapa la casa por él, espejos pequeñitos y pocos, no me gusta mirarme...no me encuentro...

Alice dijo...

Que buena celebración... te voy a imitar, seguro!
El espejo y la foto que te tomaste en él están increíbles! Felicitaciones por el Cumple también!