10.6.13





Tengo la suerte de trabajar en un estudio que tiene una ventana de princesa. Desde allí veo todo el parque. El paso de las estaciones se hace muy evidente entre las ramas de los plátanos, cada época del año tiene su telón. Con la luz de la tarde, me descubro entre las cortinas, escondida cámara en mano, y con un sentimiento al que no sé dar nombre. Mi madre me contaba que en mis primeros meses de vida, cuando la tarde iba llegando a su fin, siempre tenía un rato de llorera sin motivo aparente... el pediatra le quitó importancia a mi llanto explicándole que la caída del día era una franja "complicada" para algunos bebés...como si tuviera pena de que el día terminase, como un poco de impresión por sentir la noche a la espera. No lo sé, pero ese momento en que el sol calienta de forma agradable, que las cosas adquieren un color único, que siento que la noche es cuestión de espera... a mis treinta y pico, sigue dándome emociones que, aunque lo intente, no sé definir.

5 comentarios :

tokian tokiko dijo...

Qué bonito, Caterina... Yo estoy a punto de mudarme a una casa cuyos balcones también dan al parque. Mi hija está encantada, claro. Un beso!

maría

Esther dijo...

Yo también pienso que es la parte más bonita del día. Y sí, puede que sea la más triste, pero a mí me gusta...
Muchos besos, Caterina.

Caterina Pérez dijo...

muchas gracias chicas :)

toxogirl dijo...

Mi taller también tiene una ventana desde la que veo como va cayendo la tarde!y me divierte mucho ver a las gaviotas sobre los tejados,estoy al ladito del mar y ellas alborotan muchísimo sobre todo en esta época!
Precioso el post Caterina! Un beso!

MARIA BROSSA dijo...

Caterina, t'expliques tan bé, a vegades em fa cosa ser pesadeta de lo que em repeteixo, però transmets molt. I aquesta època que estic tendreta m'arriba encara més! Una abraçada guapa! Gràcies