25.1.13



Una cosa que me chifla cada vez que me topo con una extrañamente denominada "egoblogger", es imaginar al entregado novio que hay detrás de la cámara. Sé que las egobloggers más top no tienen un novio que les fotografía el modelito en plan casual, sino que tienen un buen fotógrafo y estilista, pagados por marcas que las utilizan como reclamo y envueltas en una operación evidente de márqueting. Aún así, el fenómeno no deja de parecerme gracioso y, como mínimo, curioso. Y me fascinan esas listas que acompañan al conjunto que han elegido para la ocasión, detallando dónde han comprado cada prenda y complemento que lucen, la temporada e incluso a veces el precio!

El otro día estuve ordenando mi pequeño armario. Después de navidades siempre me entra un remalazo de orden y limpieza. No soy de las que considero que la moda  es una frivolidad, en absoluto. No pertenezco a los que creen que entretenerse en el vestir es un acto egocéntrico y materialista. Para mi vestirse no es una acto banal... pero aquí entraríamos en otro debate. Lo que yo iba pensando mientras ordenaba mi armario, es que cada prenda tiene su historia, y si no la tiene, es esa prenda de la que no nos costará nada deshacernos. El equilibrio perfecto, para mi, está entre lo funcional, lo actual y esas piezas que guardo con mimo y de las que soy incapaz de desprenderme, quizás porqué me permiten imaginarme de abuelita, con una nietecita adolescente a mi alrededor, compartiendo mis tesoros de otros tiempos. 

Ordenar el armario te obliga a jugar combinando y probando posibilidades. Y me apeteció jugar a ser una egoblogger en la soledad de mi habitación, entre la montaña de ropa y mientras la música sonaba en el salón. Y así poderos explicar la historia de cada prenda, como si fuerais mis futuras nietecitas que soplarán cada vez que les venga con mis historias pasadas. Allá voy!

-Jersey de Mango. No recuerdo la temporada, está lleno de bolitas... pero me encanta su azul profundo... y su anchura. Es cómodo y confortable. Tiene un porcentaje muy alto en lana. El precio? no me acuerdo, pero sí sé que era de rebajas.

-Falda Max Mara!! El precio sí que lo recuerdo, 3 euros!!! la compré en un trapero. Yo diría que es de finales de los 90. En realidad me fijé en ella porqué la tela es preciosa. Se trata de una gasa con un tacto muy agradable y una caída perfecta. Mi plan para ella era convertirla en vestido. Estuvo casi tres años en mi armario esperando este arreglo... finalmente ha salido de él y sigue como falda.

-Las botas son Panama Jack. Y esas sí que os puedo asegurar que las compré en invierno de 2010. Me costó un esfuerzo considerable, pero, visto el partido que les he sacado, fue una buena compra. Y además, tengo el recuerdo de que fue una de las primeras compras que hice a conciencia, es decir, necesitaba unas botas y elegí Panama Jack porqué sabía que la producción era íntegramente local.

-Las medias? Me las vendió una gitana del mercadillo de mi pueblo... y son Golden Point, oye tu!

-Y el collar es de la primera, y ya mítica, etapa de Emedemarta. Hablo del otoño de 2009. Es de madera y es perfecto. Y guardo una sensación muy especial del día en que Marta me lo acercó a mi pequeño taller del barrio de Gràcia.


Y para redondear ese post tan raro, tan largo y tan egobloggeril, os dejo este video tan teenager que os alegrará el viernes y os dará energía. 

Qué tengáis un feliz fin de semana!

10 comentarios :

Unknown dijo...

La falda me encanta...se ve en la caída....
Me ha hecho mucha gracia...tenía que ser curioso verte fotografiarte por toda la casa...

Caterina Pérez dijo...

No, no! ibb, por toda la casa no!! solo ante este espejo :) je,je!!!

Mendruga dijo...

Muy buen conjunto! :)

Pepa dijo...

Eres como Nati Abascal: todo glamour y eclecticismo!!!
De esa etapa de emedemarta yo tengo el Bambi!!! Qué bonito es coincidir!

Caterina Pérez dijo...

ja, ja,ja!!! pepa, lo del collar es porqué nos forjamos en un mismo momento ;) un petonet guapa

Anónimo dijo...

Que entrada y que ropa tan chula!
Propongo que se convierta en una nueva sección ;-)

Caterina Pérez dijo...

Je, je! Y cómo la llamo?? Mi dia egoblogger?

Susana A. dijo...

Gran post y gran reflexión.

Anónimo dijo...

A mi las egobloguers me dan un poco de repelus pero tu post me ha encantado y coincido contigo en que si la prenda no tiene una historia es que quiza no tenga ya sitio en mi vida ;)

Just White dijo...

Hace días que junto coraje para atacar mi gurdaropas, me gustó la idea de las historias.....a ver si lo aplico aunque me temo que muchas tienen historia :-) Ya te contaré